Están proliferando sistemas de inteligencia artificial más accesibles, lo que está planteando una dura lucha al creador de ChatGPT.
Apple, Nvidia y Microsoft están en conversaciones para invertir en OpenAI, el creador de ChatGPT, justo en el momento en que ya es evidente que la compañía enfrentará una competencia más dura que nunca en el floreciente mercado de la inteligencia artificial (IA).
Gran parte de esa nueva competencia proviene de empresas emergentes que prometen socavar los servicios de OpenAI con otros que podrían ser más económicos de utilizar, y también mejores en ciertas labores acotadas.
Al menos un gigante tecnológico considera prometedora la nueva camada de emprendimientos de IA. Mark Zuckerberg, jefe ejecutivo de Meta Platforms, la empresa matriz de Facebook, está posicionando a su compañía como una defensora de los pequeños, dejando que los creadores independientes utilicen el modelo de IA de avanzada de Meta, “Llama”, libre de cargo. Google también ha lanzado una IA de código abierto que no es tan capaz como la de Meta.
En una carta en julio, Zuckerberg sostuvo que este enfoque de código abierto “asegurará que más personas en todo el mundo tengan acceso a los beneficios y oportunidades de IA” sin concentrar el poder en manos de los gigantes tecnológicos.
El software de código abierto puede ser utilizado comercialmente casi por cualquier persona. Los ejemplos incluyen el sistema de operaciones Android, que fue desarrollado por Google pero está disponible para que cualquier creador lo emplee en dispositivos móviles sin pagar.
Eso se compara con el enfoque más habitual y “cerrado” que ha sido adoptado por empresas que controlan quién puede utilizar su software. Microsoft, por ejemplo, cobra a los creadores una tarifa de licencia para instalar su sistema de operación Windows en sus computadores. Apple no permite que otras compañías utilicen sus sistemas de operación de iPhone o Mac.
Muchos expertos creen que finalmente todos contaremos con una variedad de IA; algunas de proveedores cerrados como OpenAI y Google, otras del tipo de competidores de código abierto que Zuckerberg está defendiendo. La naturaleza de esa mezcla determinará si valió la pena que las empresas gastaran decenas de miles de millones de dólares en la creación de IA avanzadas.
El ejemplo más reciente de esa inversión: Apple y Nvidia están en conversaciones para unirse a Microsoft en su iniciativa de invertir en la próxima ronda de financiamiento de OpenAI, la que valoraría la compañía en US$ 100 mil millones.
Mientras tanto, la IA de código abierto está alcanzando a los grandes pioneros, especialmente en los usos comerciales cotidianos que exigen un rendimiento consistente y bajos costos.
Meta anunció que creadores de software y aficionados a este han bajado versiones de Llama casi 350 millones de veces; 10 veces más que hace un año. Una comparación de manzanas con manzanas de esas cifras con ChatGPT no es posible, pero OpenAI asegura que el servicio de ChatGPT ahora tiene 200 millones de usuarios activos semanales.
Para muchas aplicaciones cotidianas, las IA que se capacitan para que hagan solo tareas específicas pueden ser mejores y más baratas de aplicar, señala Julien Launay. Su emprendimiento, Adaptive ML, utiliza Llama para capacitar IA pequeñas y personalizadas para empresas. Los usuarios pueden personalizar más fácilmente estas IA más pequeñas que las IA gigantes y cerradas como ChatGPT, agrega.
DoorDash, Shopify, Goldman Sachs y Zoom están entre las compañías que han afirmado que utilizan IA de código abierto para tareas que abarcan desde servicio al cliente hasta resumen de reuniones.
Procore Technologies, la que crea una plataforma para administrar proyectos de construcción complicados, es un buen ejemplo de cómo se puede utilizar una variedad de IA tanto cerradas como abiertas para tareas del mundo real, desde estimar costos hasta coordinar obras de construcción reales.
La IA puede ser útil en muchos puntos en ese proceso. A principios de este año, cuando Procore desplegó por primera vez funciones que utilizaban modelos grandes de lenguaje, la compañía dependió de ChatGPT de OpenAI, al cual accedió a través de la plataforma en la nube de Microsoft, indica Rajitha Chaparala, vicepresidente de producto e IA de Procore. Este tipo de IA solía ser costoso, pero los precios han caído en picada en los últimos 12 meses.
No obstante, ahora Procore ha desarrollado un software que facilita el uso de casi cualquier IA a través de todo su sistema.
Esto ilustra una forma en que retener a los clientes podría ser un problema para OpenAI. Una mayoría de empresas no quiere estar obligada con un solo proveedor de IA y, por ahora al menos, cambiar de uno a otro es relativamente fácil. Esto opone a los modelos de OpenAI, aun cuando se vuelvan más asequibles, contra aquellos que sus clientes pueden ahora desarrollar por su cuenta.
La IA de código abierto puede que tenga sentido cuando se aplica en dispositivos individuales como los nuevos PC y teléfonos inteligentes que permiten IA, señala un vocero de OpenAI. En general, la compañía recibe con agrado la competencia para cualquiera de sus servicios, agrega, porque está segura de que está mejor posicionada para ofrecer las capacidades, los precios y el rendimiento que quieren los creadores de software.
Toda esta competencia de IA de código abierto aumenta la fuente de ingenieros que saben cómo utilizar esta tecnología, lo cual se traduce también en un crecimiento de la demanda de servicios de OpenAI, precisa el vocero.
Se va a necesitar un nivel incluso mayor de transparencia que el que ofrece la mayoría de modelos de IA de código abierto cuando se trate de sistemas de IA para campos sensibles como medicina y seguros, sostiene Ali Farhadi, jefe ejecutivo de Allen Institute for Artificial Intelligence.
En febrero, Allen Institute, un grupo de investigación sin fines de lucro cuyo propósito es resolver los problemas del mundo a través de IA, lanzó su propia IA de código abierto, y tomó la inusual medida de dar a conocer también todos los datos en base a los cuales fue capacitada y todos los pasos involucrados en afinar el modelo para que ofrezca mejores respuestas.
Cuando se trata de preocupaciones más amplias sobre seguridad, las opiniones varían con respecto a qué enfoque es más probable que evite el peor escenario posible de IA como la maligna y todopoderosa inteligencia de Skynet en las películas “Terminator”. Los defensores de sistemas cerrados dicen que tienen los recursos y el control para ayudar a impedir el mal uso de la tecnología, y que actores maliciosos pueden abusar de los instrumentos de código abierto. Los defensores del código abierto afirman que sus sistemas están sujetos al escrutinio público, lo que les permite detectar problemas en forma más fácil y lidiar con daños no intencionales de sus sistemas, los que serían difíciles de detectar en sistemas cerrados.